¿Por qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Qué?
- Lydia María López Barraza
- 7 sept 2017
- 1 Min. de lectura
En el día a día surgen una serie de interrogantes a las que se busca dar respuesta. Pueden ir desde preguntas básicas como: ¿qué vamos a comer hoy? Hasta quizás temas más complejos de impacto de vida. Esta curiosidad se traduce en descubrimientos, aprendizajes y cambios de rutina.
Si trasladamos la curiosidad a un proyecto de investigación implicaría cuestionar en todo momento como parte de un proceso natural de búsqueda, entendimiento, análisis, resolución. Quizás, las preguntas surjan de manera natural y en gran cantidad, o solo sea una y se obtuvo después de un largo camino de razonamiento. Ambos escenarios son correctos. Lo importante es la existencia de una inquietud.
¿Por qué? Porque de una inquietud viene una exploración de información para explicar su razón.
¿Para qué? Para tener elementos que sustente esa explicación.
¿Cómo? Mediante la utilización de un método o varios dirigidos a la obtención de esa información.
¿Cuándo? En el tiempo definido para la realización de la investigación.
¿Dónde? En el espacio delimitado de interés del investigador.
A todo se puede generar pregunta pero la tarea es encontrar respuestas. Aquí es necesario hacer una sugerencia: se debe definir cuáles son las preguntas a responder con la investigación como un ejercicio de delimitación del proyecto.
¿Por qué? Porque al no delimitar nunca se dará por concluido.
¿Para qué? Para dejar claro el tema a investigar.
¿Cómo? Mediante el planteamiento de lo que abarcará la investigación.
No se debe olvidar: investigar exige cuestionarse todo y en todo momento.

Comentarios